Consejos para mantener una estructura metálica.
Las estructuras metálicas están expuestas a la intemperie y a los agentes químicos, por lo que deben protegerse para prolongar su vida útil. La corrosión es un proceso químico o electroquímico que ocurre cuando el metal se expone al aire u otro medio líquido o gaseoso.
El metal se oxida, se debilita y se deteriora. Para minimizar los efectos de la corrosión, es importante seleccionar el metal adecuado para la construcción, así como el tratamiento para su superficie junto con el revestimiento más apropiado.
- Inspeccione periódicamente la estructura y busque signos de corrosión, daños mecánicos o falta de pintura. De esta manera podremos asegurar una vida útil más duradera de la construcción, lo que al fin y al cabo, supone un importante ahorro económico para la empresa.
- Lave la estructura con agua y detergente suave para eliminar la suciedad y el polvo. La suciedad y el agua pueden acumularse en las superficies metálicas, especialmente en recovecos y puntos de anclaje dando lugar a que se inicie el proceso de corrosión.
- Aplique una capa de pintura protectora si hay signos de corrosión o daños en la superficie, también pueden aplicarse sobre las superficies para protegerlas de la corrosión
- Seleccionar el metal adecuado para el proyecto. Hay una gran variedad de metales que se pueden utilizar para un proyecto. Algunos de ellos son el acero, el cobre, el aluminio, el hierro y el plomo. Cada uno de estos metales tiene sus propias características y ventajas. Por lo tanto, es importante seleccionar el metal adecuado para el proyecto.
- Diseñar las estructuras de metal de tal manera que se minimicen las áreas expuestas. El cuerpo estructural debe diseñarse y construirse de forma que se minimicen las áreas expuestas al aire y a los fluidos. Esto se puede lograr mediante el uso de materiales aislantes y el sellado de las juntas.